Tres británicos en el sótano del aeropuerto Schiphol

El lunes pasado, tres británicos llegaron a Ámsterdam para celebrar una fiesta de caballeros. Al esperar el equipaje, en un humor jocoso, los tres se echaron en la cinta
transportadora y de repente se metieron en el sótano del aeropuerto Schiphol. En
otras palabras, la cinta transportadora como tobogán.

Muy probablemente otros pasajeros habían tenido ideas semejantes en el pasado. 
Sin embargo, pese a ser una broma muy divertida, las autoridades no aprecian normalmente tales acciones. Respecto al chiste de los tres británicos, la policía militar del aeropuerto decidió multar a los joviales y según un portavoz, los hombres recibirán una multa de unos cientos euros. En fin, una noche más cara que calculada.

La mujer abajo tuvo tenía ideas semejantes, metiéndose en una maleta transparente. Al contrario de los tres británicos, ella tuvo otros motivos, ya que pidió en nombre de Amnesty Internacional atención a la trata de seres humanos.

Escrito por el equipo de Vuelo-Con-Retraso.es